sábado, 30 de mayo de 2009

Sufrimiento y consuelo de Dios

Las "perlas" de san Pablo
Vitaminas del Año Paulino
.
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de las misericordias y Dios de todo consuelo, que nos reconforta en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos dar a los que sufren el mismo consuelo que recibimos de Dios.
Porque así como participamos abundantemente de los sufrimientos de Cristo, también por medio de Cristo abunda nuestro consuelo. Si sufrimos, es para consuelo y salvación de ustedes; si somos consolados, también es para consuelo de ustedes... (2Corintios 1,3-6).

Reflexión: Pablo pasó por toda clase de sufrimientos: persecuciones, rechazos, cárcel; y los vivió como participación a los padecimientos de Cristo, y por eso fue consolado por Dios, y está capacitado para consolar a quienes están probado por el dolor.

Consigna: Ante tanto dolor que hay en el mundo,más que dar consejos a los enfermos, ayudarlos, con amabilidad, a non “desperdiciar” el dolor, sino a darle sentido canalizándolo a las grandes necesidades del mundo: la paz, los pobres, la concordia, las vocaciones, el trabajo…

Con los saludos y las oraciones del P. Benito Spoletini, ssp

1 comentario:

Anónimo dijo...

Nuevamente el P.Spoletini,ssp. nos sorprende con sus bellas y sencillas reflexiones de lo que se puede hacer con dolor y sufrimiento. No solo unirlos a los meritos de Jesus en la Cruz, sino aplicarlos a las necesidades del projimo.

ETELVINA