jueves, 26 de febrero de 2009

¡Ven Espíritu Santo!

¡Ven Espíritu Santo!
Y bautízanos como a Pablo,

que desde Tarso hasta
la plenitud de sus días,
se encadenó al amor de Dios.
Ven a convertir nuestras dudas

con su misma valentía,
donando nuestra vida
para anunciar el amor.
Ven como en Damasco,

para que siendo apóstoles
anunciemos sin falsías
el Evangelio del Señor.
¡Ven Espíritu Santo!
Y enséñanos a ser como Pablo

que transformando su vida,
con libertad comprometida,
proclamó la buena noticia del amor.
Ven a darnos su coraje

y llénanos con tu Espíritu,
para que seamos los apóstoles,
siempre amigos de Jesús.

Ana María Capalbo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No solo su encuentro con el Senior, sino tambien el Espiritu Santo, es indudable que le dio a Pablo el empuje y la fe total y absoluta que tuvo y testimonio en toda su vida, desde Su conversion hasta su muerte.
Precioso tu poema!!!

ETELVINA

Anónimo dijo...

Me encantó tu poema Ana María. Ojalá San Pablo venga a todos a enseñarnos a vivir nuestra vida como lo vivió él. Con cariño.
Elsa Lorences de Llaneza