viernes, 17 de abril de 2009

Justicia

Si amaste fielmente y te dejaron

no busques venganza: no hará falta.
Un sino persigue al que no ama:
lo toma, imprevisto, por asalto.

¿No pudo amarte? ¡No lo lamentes!
Si no sabe querer… ¡Pobre diablo!
¿No piensa más que en él? ¡Nunca ha amado!
No guardes odio… ¡Lástima tenle!

No le augures un porvenir malo.
La desgracia le caerá, seguro;
no ahora mismo, en el futuro
lo sorprenderá un funesto hado.

Estará durmiendo, y de su sueño
lo despertará un puñal filoso,
sacudiéndolo de su reposo,
e irguiéndolo, cobarde y pequeño.

No será de acero el cuchillo,
sino hecho de material más duro:
será del descarnado y puro
amor que tú le diste… ¡el mismo!

Sentirá cuánto lo hubiste amado
y aturdido, entre estupor y miedo
pensará: "¿Así? ¿Tanto me quisieron?
¿Le provoqué este ardor desesperado?"

Quizás lamente haberte dejado.
¿Clamará, dolido, por tu vuelta?
¿Pensará: "¡Tonto, no me di cuenta!?"
O no… ¡Qué te importa! No hace al caso.

Lo que vale es que durante algunos
minutos, segundos de agonía
sabrá que lo buscó la alegría
y la esquivó… porque no lo supo.

El hecho es, que más que una venganza
tu deseo ha operado sin malicia.
La vida, a su modo, hace justicia
¡y es mucho mejor que la revancha!

Teresita de Antueno

2 comentarios:

Anónimo dijo...

En 1era.Cor.13, el Apostol Pablo nos habla sobre el amor. De esta poesia de Teresita se rescata que es lo unico que nos ayuda en el diario vivir.


ETELVINA

Anónimo dijo...

Cuánta verdad hay Teresita en tu poema. Da diez y recibirás cientos tanto para lo bueno como para lo malo. Excelente como siempre. Te felicito. Elsa Lorences de Llaneza