viernes, 3 de abril de 2009

Admiración ante el maravilloso plan de Dios

Para los momentos en que descubrimos la maravillosa bondad y providencia de Dios en el mundo.

De san Pablo a los romanos (11, 29-36)

¡Oh Dios!
Veo que no te echas atrás
después de elegir y dar tus dones.

En efecto, los paganos fueron,
en un tiempo, tus enemigos;
pero Tú les mostraste tu misericordia,
ante la rebeldía del pueblo judío.
Sin embargo, los judíos,
que hasta ahora se niegan
a la obediencia de la fe,
dando lugar a la misericordia
que has tenido con los paganos,
obtendrán también, a su vez, misericordia.

Has hecho pasar a todos
por la desobediencia,
a fin de ejercer con todos
tu misericordia.
¡Padre, qué profunda es tu riqueza,
tu sabiduría y tu ciencia!
No se pueden penetrar tus designios,
ni se pueden comprender tus caminos.
Y si no,
¿quién ha conocido jamás lo que piensas, Señor?
¿Quién se hizo consejero tuyo?
¿Quién ha podido darte algo primero
de manera que tengas que pagarle?

En verdad, todo viene de Ti,
todo ha sido hecho por Ti,
todo ha de volver a Ti.
¡A Ti la gloria para siempre! Amén.

“Orando con san Pablo, oraciones para cristianos comprometidos”
Pablo L. De Marcos
Ediciones Paulinas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo soy testimonio fehaciente de lo que es el Plan de Dios, cuando lo dejamos actuar en nuestras vidas.
Muchas veces no lo entendemos, pero despues vamos comprendiendo
el "para que" de cada cosa.
Muy buen comentario.

ETELVINA