Como María Rosa Mística floreció
en su pecho en tres hermosas rosas
y María Guadalupe
en su túnica resplandeció de flores
mis manos florecieron
en pimpollos de rosas rosa
que lentos crecieron
haciendo las mías hermosas.
Perfumaron a quienes las tocaban
se deshacían en pétalos
cuando acarician,
cuando funden en un apretón con manos extrañas.
Y cuando saludan a buenos y malos,
a sanos y enfermos, a tristes y alegres.
¡Oh, manos benditas!,
puñado de rosas que al pasar el tiempo
no se marchitan,
al contrario a nueva vida resucitan,
de María vienen
y son para Jesús y mis hermanos,
a San Pablo las ofrezco
en agradecimiento de tanta entrega
y dedicación a la causa de Jesús.
Mis manos florecieron
en hermosas rosas, bellas y primorosas,
son para ti Pablo apóstol de Cristo
y autor del Himno del Amor,
las más bella flor que tú hiciste al Altísimo.
Elsa Luján Belloto
mtaristu@hotmail.com
viernes, 20 de febrero de 2009
Manos que florecen
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
2 comentarios:
Realmente Elsita, me vives sorprendiendo con tus poesias. Hemos escrito casi todos sobre las manos, pero es la primera vez que leo una narracion tan preciosa y mas aun dedicada a Pablo.
Espero leer mucho mas, todavia.
Toda mi admiracion para ti !
ETELVINA
QUERIDÍSIMA ELSITA: TUS MANOS SIEMPRE FLORECERÁN Y TENDRÁN OLOR A ROSAS, PORQUE ERES LA PREFERIDA DE DIOS.
QUE ÉL TE SIGA DANDO DONES Y CARISMAS Y TE SIGA CORONANDO CON PACIENCIA PARA QUE PUEDAS SEGUIR ESCRIBIENDO PARA ORGULLO DE TUS AMIGAS ELSA LORENCES de LLANEZA
Publicar un comentario