martes, 28 de octubre de 2008

Apóstol

Un rayo cegó tus ojos, pero curó tu ceguera, te abrió los ojos del alma para que en Jesús creyeras. Desde hoy te llamarás Pablo y apóstol tú serás.

- "Apóstol, ardua tarea, no van a creer en mí, yo perseguía a los tuyos ¿Cómo les hablaré de Ti?"
- "No temas Pablo, no temas, utiliza tu saber, pondré fuego en tus palabras, seguro vas a poder".
- "Envíame donde quieras y tu testigo seré".
Y va Pablo por el mundo anunciando la verdad de Cristo resucitado que a todos vino a salvar. En Antioquía cristianos los empiezan a llamar y Pablo sigue con los viajes, encendido el corazón: Listra, Derbe, Atenas, Roma y también Jerusalén, sufriendo persecuciones, cadenas, cárcel, dolor.
- "A mí me pondrán cadenas, no a la palabra de Dios".
Se comunica por cartas con los que ya visitó, los alienta en la esperanza firme en la fe y el amor.
- "Yo combatí el buen combate, mi carrera terminó. Pero la palabra vive, ahora anúnciala vos".
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Concepción y Constantino
Café del Abrazo Literario

1 comentario:

Anónimo dijo...

Me llego profundamente, la narracion de lo que es el "buen combate" de la fe.


ETELVINA