El mismo Pablo nos cuenta: “Hice muchos viajes. Sufrí peligros en ríos, con peligros de bandidos, peligros en la ciudad, peligros en el desierto, peligros en el mar. Tres veces naufragué. Una vez pasé un día y una noche en alta mar” (2Cor 11,26).Durante los viajes, Pablo mantenía contacto con las comunidades a través de mensajeros (cfr Col 4,10; 1Cor 1,11; 16,12-17-18; 1Tes 3,2-6), y a partir del segundo viaje, también lo hacía a través de cartas. Pedía que sus cartas fueran leídas en las reuniones de la comunidad (1Tes 5,27) y que fuesen enviadas también a las demás comunidades. La segunda carta a los Corintios, por ejemplo, fue escrita para todas las comunidades de Grecia (2Cor 1,1). Pedía también que las comunidades intercambiasen las cartas que recibían (Col 4,16).
.
.
Primer viaje: Luego del ministerio de Bernabé y Saulo realizado en Jerusalén (Hch 12,25), en Antioquia ellos son elegidos misioneros y desde allí bajan al puerto de Seleucia, en éste embarcan en dirección a Chipre, llegando en primer lugar a la ciudad de Salamina, donde tiene lugar una rápida predicación. Desde Salamina parten hacia Pafos. En esta ciudad tiene lugar el conflicto con la magia y la intervención de la autoridad romana, favorable a Pablo y Bernabé. Suben hasta Antioquia, Pisidia: Pablo anuncia a Cristo a los judíos, primeros en el orden del anuncio, en este caso mediante el discurso que se convierte en modelo de anunciar a Jesucristo a los judíos. Desde aquí van precipitadamente a Iconio. Había allí un tullido que escuchaba el anuncio de Pablo y es curado. Este hecho provoca una reacción inmediata de los paganos: éstos creen que los apóstoles son divinidades, ofreciéndoles sacrificios y ofrendas como era costumbre en los cultos paganos. Los judíos venidos de Antioquía e Iconio provocan la reacción violenta de los gentiles. Pablo salva milagrosamente la vida y junto a Bernabé parten hacia Derbe. Luego de evangelizar en Derbe volvieron a Listra, Iconio y Antioquia enseñando a los discípulos “es necesario que pasemos por muchas dificultades para entrar en el Reino de Dios” (Hch 14,22). Hacen parada en Perge y pasan por Atalía. Allí se embarcan para Antioquia (Hch 14, 26-28).
.
Segundo viaje: El Nuevo Testamento nace en Corinto, donde Pablo permanece diez y ocho meses (Hch 18,1-8) así durante el segundo viaje escribió sus dos cartas a los tesalonicenses. Después de una visita a las comunidades de Macedonia, Silas y Timoteo se encuentran con el apóstol y le comunican noticias e inquietudes de los hermanos. Los tesalonicenses parecen tener particular necesidad de una visita. Pablo no puede abandonar Corinto: el único medio para responder a los interrogantes y alentar a las comunidades, es escribir. Pablo dicta, Silas y Timoteo escriben: así es redactado el primer documento escrito del Nuevo Testamento. Estamos en torno al 51 d.C. Al principio las cartas suplen simplemente la ausencia, pero pronto se convierten en un instrumento a través del cual Pablo alienta, enseña o informa sobre la misión. De Corinto, embarca hacia ‘Efeso’ (Hch 18,19-21). Se narra la partida de Pablo de Corinto después de un tiempo considerable. En esta partida le acompañan el matrimonio de fabricantes de tiendas; éstos se separan de Pablo en la escala de Éfeso. En esta ciudad el Apóstol predicó en la sinagoga, prometiendo su próxima vuelta. En Cesarea su estancia es muy breve, partiendo, después de una rápida visita hacia Antioquía.
.
Tercer viaje: El “tercer viaje” (Hch 18, 23; 21, 16) no es un viaje misionero, sino más bien una visita a las Iglesias fundadas para fortalecer su fe. Pablo atraviesa de nuevo Galacia y Frigia antes de detenerse bastante tiempo en Efeso. Obligado a dejar la ciudad tras una revuelta de los joyeros (Hch 19, 23- 20,1), vuelve a Macedonia y después a Corinto. En Mileto sitúa Lucas el gran discurso de despedida a los ancianos, los cuales llegan desde Efeso al puerto para despedirse de su gran maestro (Hch 20, 17-38). El viaje termina en Jerusalén, donde Pablo es arrestado y después llevado a Roma. Lucas describe la vuelta del Apóstol a la ciudad santa siguiendo el mismo esquema de la subida de Jesús a Jerusalén: también el tercer viaje paulino presenta tres anuncios de pasión. Sus primeros confidentes son precisamente los presbíteros de Efeso en Hch 20, 22-24; siguen los discípulos de Tiro, que “movidos por el Espíritu” invitan a Pablo a no subir a Jerusalén (Hch 21,4); por fin se hace su portavoz un profeta durante la estancia de Pablo en Cesarea, en casa de Felipe (Hch 21, 10-14).
Durante el tercer viaje, Pablo escribe las siguientes cartas: las dos a los Corintios, Romanos y Gálatas. Las cartas a los Efesios (Ef 3,1), Filipenses (Flp 1,13), Colosenses (Col 4,18) y Filemón (Flm 1,9) fueron escritas durante un tiempo de prisión. Es en el tercer viaje, que Pablo estuvo preso en Efeso (1Cor 15,132 y 2Cor 1,8-9). Por eso probablemente estas cartas hayan sido escritas durante su tercer viaje.
Hna. María de la Paz Carbonari
Discípula del Divino Maestro
ancarboar@yahoo.com.ar
2 comentarios:
es genial todo lo que se está haciendo, y lo que se hará por el año paulino...
pensaba el otro dia.. qué casualidad no? justo empecé a trabajar en San Pablo este año... justo Adolf comenzó a ser Párroco de San Pablo este año... qué casualidad no?
o_0
jejeje..
está muy bueno el blog amigo!
te mando un besote!!
Esta buenisimo, lo de los viajes, esta claro y muy sencillo, y los mapas me vienen al pelo para la catequesis.
EStoy recontenta de haber entrado a esta página y encontrar este tesoro.
Muchas gracias!!!
Publicar un comentario