Llamado a predicar con la voz y con la escritura;
siempre y en todo el mundo,
“a todas las naciones”,
con los medios más poderosos,
los que mejor responden a las necesidades de hoy.
Me siento llamado, como Pablo,
a ser apóstol de Jesucristo,
predicador del evangelio,
dispensador de los misterios de Dios.
Concédeme, Señor, ser apóstol como Pablo:
Él creía, haciendo conocer a los creyentes
la gloria y la riqueza que encierra
el plan de salvación para todas las naciones.
Él amaba, siendo apóstol por designio de Jesucristo,
tratando de adaptarse a todos,
gastándose y desgastándose por el evangelio.
Él obraba por su misión agotándose por todo el mundo.
Hermoso y grande es consumarse
así entre los hombres por tan altos ideales.
P. Fernando Teseyra, ssp
1 comentario:
Hermano paulinos les felicito por está labor muy importante que elaboran, en evangelizar con los medios de comunicación hasta los confines del mundo
sigan adelante, con esa garra y optimismo
att
luis, gonzales preda
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