después de María
que siguió mejor a Cristo
de noche y de día.
Abarcó todo el cosmos
con su mensaje,
se hizo a todos los pueblos
con tal de salvarles.
No tuvo miedo a la muerte
ni a los desprecios,
surcó caminos y mares
anunciando el evangelio.
Adonde él iba
fundaba comunidades
que mantenían
la antorcha encendida
para iluminar más ciudades.
Sufrió persecuciones
torturas, naufragios, privaciones
fue apedreado e incomprendido
pero no se detenía
por amor a Cristo.
De su prédica incansable
el mundo entero bebió
nos liberó de las esclavitudes
y el hombre nuevo surgió.
Apóstol de los apóstoles,
santo hombre de Dios,
hoy la Iglesia te agradece
tanta entrega de amor.
P. Hernán Pérez Etchepare, ssp
3 comentarios:
Hernán: nos muestras en este poema toda la vida de San Pablo. Te felicito.
Elsa Llaneza
Como ya nos tienes acostumbrados, una vez mas se destaca tu manera de
escribir poemas. Don que solo Dios pudo haberte regalado. Muy buena tu vision sobre San Pablo !
ETELVINA
Como ya nos tienes acostumbrados, es muy especial tu manera de escribir poemas. Solo Dios pudo regalarte ese don. Muy buena tu vision sobre San Pablo.
ETELVINA
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